Vas por la calle, o quizás por un centro comercial, ves un
escaparate con artículos de deporte y ocurre un fenómeno casi paranormal. Una
irresistible fuerza parece atraerte.Puede que no necesites nada, que no tengas
pensamiento de comprar objeto alguno, pero zapatillas, “calzonas “ y camisetas
o politos de diversos colores llaman tu atención irremisiblemente. Unas cuantas vueltas y al final
casi siempre te encuentras delante de la
estantería de las palas de pádel. Tomas una, la empuñas y quizás hasta realices un suave
gesto para golpear una volea imaginaria. No necesitas nada, pero miras el
precio de unas cuantas… presionas la goma para imaginar si es demasiado dura,
o quizás demasiado blanda…
-Joder que tarde se ha hecho ¿a qué hora he quedado…?
-Perdona, perdona,me he entretenido y se me ha ido el santo al cielo, ¡Cómo pasa el tiempo..!Y sí pasa el tiempo.El pelo se clarea y la frente se ensancha, a veces con cierto descaro, pero el fenómeno paranormal, el de la irresistible atracción, es parecido. Sigues viendo un escaparate o entrando en un centro comercial y terminas de nuevo mirando esas cosas que, aunque tengas suficientes de todas ellas, no puedes dejar de mirar, de tocar, de comprobar los precios aunque no necesites nada…
Pero descubres que ahora lo que te produce la irresistible
atracción es algo ligeramente diferente: Estás en ese pasillo que antes (hace
unos años) no sabías que existía y te encuentras rodeado de coderas,
rodilleras, tobilleras (“cuantas cosas eras…”), plantillas, fajas y bolsas de
gel para poner frío en esos dolores nuevos en zonas que antes no habías
reparado ni que existían…
Pero aún presumes de que todavía estás en forma, y retas a todos ser
tan rápido o tan resistente pero ya hace al menos 25 años que tenías 25 y sabes que tienes que centrarte en disfrutar al máximo de cada set, de cada punto de cada minuto de cada partido,... porque no sabes cual de ellos será el último.
...Y después quizás la Petanca, o tal vez el Dominó.
...Y después quizás la Petanca, o tal vez el Dominó.
Gonzalo Sánchez Fernández. mayo de 2014
(Con todo el cariño para los que estamos en la "tercera juventud")
(Con todo el cariño para los que estamos en la "tercera juventud")
No chaval, yo paso por "ese" pasillo porque es por donde corto camino, y no porque tenga que comprar nada de ahí.
ResponderEliminarLo que pasa es que por esta sociedad consumista en que vivimos he comprado algunas cosas (tobilleras, riñonera, coderas varias). Pero no porque me haga falta, ojo.