MI VISIÓN DEL PADEL

ARTICULO Nº 7

EL CRISTAL ES DURO, PERO FRÁGIL

Creo que no exagero en absoluto cuando pienso que ayer estuvo a punto de ocurrir una tragedia en un partido de pádel.
Uno de los paneles de cristal de una pista se rompió cayendo sobre algunos espectadores que presenciaban un partido a penas a unos centímetros del mismo.
El estruendo, unos segundos de silencio provocado por el desconcierto y un grito pidiendo una ambulancia heló literalmente el ambiente.
Pasado estos primeros momentos he de decir que todo ocurrió como si los asistentes estuviesen perfectamente entrenados para responder a un accidente de este tipo. No se vivió ninguna escena de pánico, no se produjo “arremolinación” en torno al espectador  herido, los que podían ayudar por titulación o experiencia se acercaron a aportar sus conocimientos.   Alguien ya había dado aviso a una ambulancia y mientras se esperaba, entre una una calma tensa, unos barrieron los cristales para amontonarlos, otros retiraron sillas y cualquier objeto que pudiera suponer un obstáculo para la camilla...
Yo creo que  debemos felicitarnos todos por una actuación colectiva y espontánea que para mí fue ejemplar.

Y ahora tenemos que reflexionar.
Jugamos entre cristales, es inevitable que se lleven algunos roces,  pequeños golpes o empujones con el cuerpo cuando forzamos para llegar a una bola difícil. Pero quizás  hay otros golpes que podríamos ahorrarle al cristal. Entre enfado, frustración y desahogo, a veces se nos escapan golpes con el canto de una pala que está fabricada en la mayoría de los casos, no lo olvidemos, de un material tan duro como el carbono.
El cristal es realmente duro como todos ya hemos podido comprobar, pero quizás la suma de estos pequeños o grandes golpes provocan una “fatiga en el material” que aumenta la probabilidad de que un día sin que parezca que haya motivo  suficiente para ello el cristal salte hecho añicos.

Ahora ya lo sabemos. Aunque las costumbres son difíciles de cambiar y la memoria es bastante débil  NO PODEMOS PERMITIRNOS NO APRENDER DE LO SUCEDIDO.  Al menos esa es mi opinión y yo desde ya me comprometo a ahorrar al cristal todo cuanto esté en mi mano. De ahora en adelante los golpes contra uno mismo, que además seguro que relaja más.


ARTICULO Nª 6 (Elaboración propia)

ATRACCIÓN FATAL (TODO LLEGA...)

Vas por la calle, o quizás por un centro comercial, ves un escaparate con artículos de deporte y ocurre un fenómeno casi paranormal. Una irresistible fuerza parece atraerte.Puede que no necesites nada, que no tengas pensamiento de comprar objeto alguno, pero zapatillas, “calzonas “ y camisetas o politos de diversos colores llaman tu atención irremisiblemente. Unas cuantas vueltas y al final casi siempre te encuentras delante de la estantería de las palas de pádel. Tomas una, la empuñas y quizás hasta realices un suave gesto para golpear una volea imaginaria. No necesitas nada, pero miras el precio de unas cuantas… presionas la goma para imaginar si es demasiado dura, o quizás demasiado blanda…
-Joder que tarde se ha hecho ¿a qué hora he quedado…? 
-Perdona, perdona,me he entretenido y se me ha ido el santo al cielo, ¡Cómo pasa el tiempo..!
 Y sí  pasa el tiempo.El pelo se clarea y la frente se ensancha,  a veces con cierto descaro, pero el fenómeno paranormal, el de la irresistible atracción, es parecido. Sigues viendo un escaparate o entrando en un centro comercial y terminas de nuevo mirando esas cosas que, aunque tengas suficientes de todas ellas, no puedes dejar de mirar, de tocar, de comprobar los precios aunque no necesites nada…
Pero descubres que  ahora lo que te produce la irresistible atracción es algo ligeramente diferente: Estás en ese pasillo que antes (hace unos años) no sabías que existía y te encuentras rodeado de coderas, rodilleras, tobilleras (“cuantas cosas eras…”), plantillas, fajas y bolsas de gel para poner frío en esos dolores nuevos en zonas que antes no habías reparado ni que existían…

Pero aún presumes  de que todavía estás en forma, y retas a todos ser tan rápido  o tan resistente pero  ya hace al menos 25 años que tenías 25 y  sabes que tienes que centrarte en disfrutar al máximo de cada set, de cada punto  de cada minuto de cada partido,... porque no sabes cual de ellos será el último.

...Y después quizás la Petanca, o tal vez el Dominó.
Gonzalo Sánchez Fernández. mayo de 2014 
(Con todo el cariño para los que estamos en la "tercera juventud")


ARTICULO Nª 5 (Elaboración propia)

¿QUÉ DEFINE AL JUGADOR DE PÁDEL?

Hay una idea que me ronda la cabeza en esos ratos perdidos en que estamos en las pistas de pádel antes o después de jugar un partido. Observo a los jugadores, los escucho hablar  y me pregunto: ¿Qué es lo que mejor define a un jugador de pádel? ¿Qué características físicas, tácticas y psicológicas son las más representativas de los jugadores que practican este deporte? Sin ánimo de ser exhaustivo y desde mi posición de" NO ESPECIALISTA", ahí van las posibilidades que se me ocurren:
·         “La resistencia”
 La capacidad aeróbica, ser capaz de mantener una continua flexión de piernas en una  posición permanente de "preparados"  y correr,  arriba y abajo, de un lado a otro de la pista durante todo un partido.
·         “La capacidad de recuperación”
Relacionado con lo anterior, una completa y rápida recuperación para ser capaz de estar a tope para jugar  un segundo y tercer set y para un segundo , tercero o cuarto partido en pocos días... sobre todo cuando es un torneo y se va avanzando en el cuadro (aunque sea el de consolación)
·         “La velocidad”
 Principalmente  velocidad de reacción. Ser capaz de ponerse en movimiento con un movimiento explosivo y mantenerlo unos pocos metros. La rapidez de reflejos, la respuesta inmediata  de manera automática sacando bolas rápidas al cuerpo o un poco lejos del alcance
·         “Capacidad Táctica”.
Leer correctamente el partido y adaptarse a las situaciones que se van produciendo y poco a poco llevar el partido a la conveniencia  propia para ser capaz de explotar los puntos fuertes propios y atacar los débiles de la pareja contraria.
·         “La anticipación”.
Realizar una lectura correcta y rápida de la postura del contrario, de la trayectoria que seguirá la bola considerando los efectos y los posibles rebotes en las paredes para estar esperándola, preparando  la  ejecución de  un golpe que nos haga ganar iniciativa y en el mejor de los casos definir el punto.
·         “La compenetración con la pareja”
Siendo capaz de acompasar el juego de ambos,  basculando de manera sincronizada, realizando  “asistencias” para que culmine el compañero con sus golpes fuertes… y viceversa
·         “La actitud”
La capacidad de competir y mantener la actitud durante todo el partido, asumiendo los momentos malos que seguramente vendrán  a lo largo de un partido y realizando un esfuerzo por volver una y otra vez a la “voluntad de ganar”. Una imprescindible actitud de centrándonos  más en el punto que viene que en el que ha pasado.

Estoy casi seguro que todo lo anterior es muy  importante pero lo que yo creo que define a muchos jugadores es la gran capacidad de mantener activo, sin un momento de reposo, sin rastro del más mínimo signo de fatiga el que al parecer es el músculo más importante en este deporte
(cuando quieras a la jaula… , rosco…  venga donuts,    Que pase el siguiente…  Calentitos se fueron pa casa.. Quién quiere que le pinte la cara...  Reparto plaranitos (habas, berenjenas o cualquier otro vegetal)
por supuesto que" la lengua…"  la lengua fisica o la virtual del whasapp.
¡ Ahí sí que todos somos VERDADEROS CAMPEONES!

Gonzalo Sánchez Fernández. Abril de 2014


ARTÍCULO Nº 4 (Elaboración propia)

PSICOPATOLOGÍA DEL PÁDEL: AMNESIA DE RESULTADO

Quince-Cero. Treinta-Cero. Treinta-Quince…. Qué fácil es cuando estamos en  el comienzo del partido.

Después del primer set pueden aparecer las primeras lagunas. Se comienza dudando el tanteo del juego: Algún punto arriba o abajo que hace que los jugadores entablen un amistoso intercambio de opiniones y descripción de jugadas que normalmente llegan a un “Ahh,  vale, vale… me había perdido” con más o menos convicción.

Hacia la primera hora de partido las dudas  están muy cerca de ser certezas, sólo que no coinciden las de una pareja y  la otra. De amistoso intercambio se pasa a agrio recordatorio, el tono de voz se endurece, el volumen sube y muchas veces se puede observar al menos a dos de los jugadores, uno de cada pareja,  gesticulando muy próximos a la red.

Ya cerca del final, cuando a penas faltan 5 o 10 minutos para el final del turno de pista, las lagunas pueden ser océanos, las certezas son auténticos dogmas de fe, lo ocurrido en los últimos minutos es una maraña de situaciones que no se sabe muy bien a que juego se corresponden exactamente. Todo este episodio puede complicarse cuando en alguno de los implicados comienza a aflorar un cierto brote de tipo paranoide (por fin puedo justificar el título): la absoluta convicción de que el otro, en el mejor de los casos está equivocado y en el peor ,de que está intentando "magarnos" ( jeje, es lo como lo dice el amigo Carli...)

A mi se me ocurren que la principal estrategia  para abordar de forma preventiva esta situación es la reflexión…

Yo creo que puede considerarse una lesión como otra cualquiera: Un pequeño “tirón” psicológico que no tiene porqué tener más repercusión. Un insignificante achaque que se cura con unas cervezas al final del partido  y sobre todo con una buena dosis de sentido de humor (esto no tiene efectos secundarios, ni hace falta consultar al farmacéutico).
Pero si ocurre demasiado habitualmente, si dejamos de divertirnos con regularidad, y sobre todo cuando la relación con los demás puede verse afectada, quizás es el momento de parar  un tiempo…
Como cualquier otra lesión, un tiempo de reposo y rehabilitación (en este caso la reflexión) nos dejaran en perfectas condiciones para afrontar nuevos y, sobre todos, divertidos partidos con los amigos.


Gonzalo Sánchez Fernández.  febrero de 2014


ARTÍCULO Nº 3 (Elaboración propia)

DIALOGO INTERIOR

¿Pero porqué mi compañero falla más que yo?
Es cierto que he tirado algunas bolas a la red, pero unas eran demasiado difíciles y otras me han botado mal (porque hay que ver también como está la pista...).
Algunas se me han ido al cristal, pero es porque estoy intentado hacer una jugada (sobre todo para que la termine él)
A veces estoy mal colocado, pero es que mi compañero me deja "vendido…"
¿Pero qué le pasa? ¿Es que no ve los huecos que le abro?
Con lo bien que estoy sacando y las tira todas fuera, ¿No va a dejarme ganar nunca mi saque? ¡Vaya forma de restar que tiene hoy!
¿Por qué no cubre la zona que debe en esta jugada? Y ahora ¿Por qué se mete en mi sitio..?
¡Parece que juega peor cuando es mi compañero que cuando es mi rival!
¿Es que quiere fastidiarme? ¿No confía en mí?¿Es que siempre que tiene un mal día es mi pareja? ¿Es que no le gusta jugar conmigo?
…o ¿es que soy idiota?

Gonzalo Sánchez Fernández. de febrero de 2014


ARTÍCULO Nº 2
(Nuestro compañero Antonio López de Soria comparte con nosotros una reflexión)

LA CINTA, REFLEXIONES ...

Un lance bastante frecuente en cualquier partido. Según para donde caiga la bola tras dar en la cinta de la red: ¡maldita cinta! o... ¡bieeeeeeen, entró!
Pues eso, blasfemamos si mandamos la bola golpea a la cinta pero cae a nuestro campo y perdemos el punto. Y emitimos una sonrisa interior si da en la cinta y pasa a campo contrario. Cuando además es punto ganador, la sonrisa se acrecienta incluso saliendo al exterior. Eso sí, nunca nos olvidamos del preceptivo "perdón" hacia los rivales.
Pienso que -salvo cuando la bola rueda bastantes centímetros haciendo equilibrismo sobre el mismo canto de la cinta antes de caer en uno u otro campo- nunca es cuestión de mala suerte; sino de un buen o mal golpe del jugador. La pala despide la bola con un buen golpe cuando ésta pasa muy cerca de la red, con un golpe buenísimo cuando pasa a medio milímetro de la red sin tocarla y con un golpe genial cuando a pesar de tocar la red pasa al campo contrario. Si tu pala manda la bola a la cinta y cae en tu propio campo, fue un mal golpeo, así de sencillo, ni siquiera has conseguido superar la red.

Antonio López de Soria. 10 de enero de 2014


ARTÍCULO Nº 1 (Elaboración propia)

MISTERIOS SIN RESOLVER: ¿Existe la nevera en el Pádel?

Este es uno de los grandes misterios que me he encontrado en este fantástico deporte. Muchas veces oímos hablar de “la nevera” e incluso hemos sido testigos o partícipes de interminables discusiones después de un partido sobre la ocurrencia o no de tan refrescante fenómeno (que por supuesto no voy a explicar aquí...)
 Es cierto que puede ser una actitud táctica de una pareja en un partido determinado, principalmente cuando es de competición (mayor o menor). Pero  la pregunta es ¿Se da tanto como se REPROCHA en los partidos entre amigos?
¿Qué está ocurriendo realmente cuando de los cuatro jugadores implicados en un partido, sólo uno de ellos está convencido que “no le han dado bola”?
Esto es algo que vengo observando con cierta frecuencia: El jugador supuestamente sobrecargado no tiene la impresión de haber tocado más bola que el compañero y, cuando se pregunta a la pareja rival, juran y perjuran que no han “pactado” esa actitud táctica. Más bien suelen afirman que han dirigido la bola teniendo en cuenta los huecos  o al lugar más lógico y no donde está situado un jugador concreto de sus oponentes. Suele ocurrir demás que ninguno de los espectadores “accidentales”, que son insistentemente requeridos como testigos, ha observado dicho fenómeno.
 ¡En este caso estamos realmente en un misterio POR RESOLVER!
Una opción es que todo el mundo (compañero, rivales, espectadores…) haya confabulado para “fastidiar” a uno de los jugadores. Pero a mí, así a bote pronto (¡ya estoy otra vez mal colocado!), se me ocurre que al menos pueden estar concurriendo estas dos convicciones o Interpretación Cognitiva de la Situacióntoma ya!) en el  que se siente “refrescado”:
1.       Uno de los miembros de la pareja está convencido clara e indiscutiblemente de tener un nivel muy superior al compañero.
2.       Indudablemente  también se siente superior a la pareja rival, ya que considera que la única manera que tienen de ganarle algún punto es evitando a toda costa que entre en juego ( aún a costa de un significativo deterioro de la amistad)
Así que al final, en mi modesta opinión,  esta discusión que se da al final de alguno de los partidos se convierte en una pequeña “falta de respeto” al compañero y un “leve desprecio” al nivel de la pareja rival, al menos  respecto al nivel auto-atribuido por el jugador supuestamente “refrescado” en la nevera (suele reconocerse fácilmente porque es el que más grita en la discusión).
Pero es más… “yo creo que si te colocas de manera excepcional en la pista, basculando adecuadamente con tu compañero  y cerrando todos los huecos posibles y probables, los rivales no tendrán más remedio que jugar con tu compañero, así que una pequeña solución cuando te sientas en la nevera es “colocarte un poco peor en la pista”  porque no parece muy inteligente pensar que estando perfectamente colocado te van a dar la bola para que te luzcas…”


Gonzalo Sánchez Fernández.19 de Diciembre de 2013. (con todo el cariño que exigen las fechas)


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